El origen de la palabra esnob, del inglés snob, radica en la contracción del término “sine nobilitate” (sin nobleza).
En Inglaterra las listas de vecinos indicaban el nombre, oficio y rango de la persona. Los burgueses se identificaban con la abreviatura “s. nob”.
Universidades como Oxford o Cambridge, limitadas durante mucho tiempo a la formación de los herederos de la nobleza, tuvieron por motivos económicos, que dar entrada a los miembros de la nueva burguesía, que aportaban el capital necesario para la continuidad de esas instituciones. Pero en las listas de estudiantes, y con total seguridad no como agradecimiento, estos nuevos alumnos aparecían también con la coletilla “s. nob”.
Hoy, el diccionario de la RAE, define esnob, como la persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. Imaginamos a los jóvenes estudiantes plebeyos, tratando de imitar los ademanes y maneras de sus compañeros nobles…