Hace ya bastantes años, a principios de los 2000, y gracias a nuestra buena relación con el apasionante mundo de la enología, se nos abrieron las puertas hacia una nueva e interesante forma de incorporar a nuestra pequeña bodega grandes vinos, no para almacenarlos y exhibirlos, sino para beberlos!
Comprar en primeur, consiste en adquirir vino cuando éste aún se está elaborando en la bodega, generalmente cuando se encuentra en su barrica y antes de su embotellado.
Este sistema, otorga una financiación a la bodega, en un mercado en el que transcurre demasiado tiempo entre todo el proceso de producción que parte de la vendimia y la venta del producto, y al comprador la ventaja de llevarse a casa un vino con todas las papeletas para ser maravilloso y a un precio más asequible.
La parte complicada, al menos en nuestro caso, es que el vino llega recién embotellado y con la recomendación de mantenerlo cerrado y en buen estado de conservación. El tiempo es un colaborador necesario para optimas condiciones con todas sus virtudes asentadas, es decir que hay que tener paciencia para su consumo y disfrute!
Un mínimo de 18 meses en botella, los mismos que pasó en barricas de roble francés.
La botella de vidrio se caracteriza por proporcionar un ambiente reductor, con ausencia de aire, que contribuye a redondear las características del vino y a alcanzar su madurez.
Se irán también formando los matices del bouquet (aroma final de un vino, distinto al que le dieron uvas y madera)
El protagonista de hoy, llevaba con nosotros desde principios del 21.
Cuatro de sus compañeras de caja, habían ido sucumbiendo a la perentoriedad tan propia de mi carácter y con el beneplácito de Ana, por qué no hacerlo con ésta si ademas habíamos logrado guardarla (seguramente por descuido) el tiempo adecuado?
Un buen jamón, un maravilloso queso, un pan de esos que recuerdan a los de antes… y tú. Existe mejor compañía?
Lancé la propuesta y Ana preguntó con la boquita cerrada si habíamos esperado lo suficiente, intuyendo que de no ser así, nos faltaba muy poco y deseando en el fondo oír mi afirmación para degustarlo con la conciencia tranquila, le faltó tiempo para animarse al disfrute!
Aunque no tiene mucho sentido que nosotros hagamos una descripción del vino, si comentar que es mucho mas complejo que el color cereza, con una nariz intensa y en boca redondo y elegante.
En fin, que el vino estaba… de llorar de emoción!
Vino, sentimiento, guitarra y poesía…
Antonio Machado. Primeras palabras de Cantares.