Durante el Holocausto nazi, en algunos campos de concentración, obligaban a prisioneros que eran músicos a tocar piezas clásicas, mientras asesinaban en las cámaras de gas y crematorios a sus compañeros.
“Bailar conmigo hasta el fin de vuestros días”… Aterrador.
Leonard Cohen compuso esta canción.
Por un pasado que nunca debería haber sido. Por la exterminación de la maldad y la miseria humana.
Ojalá bailemos sin fin: el amor no debería tenerlo