A todos los que lean este escrito, declaración o manifiesto, les quiero advertir (según la RAE “Decir a alguien una cosa de la que se deriva una consecuencia, para que esté atento, actúe con precaución o no se sorprenda.”) de lo siguiente:
– Todo lo que aquí lean es real. No ha sido ni es producto de mi imaginación, ni consecuencia de ningún alucinógeno o medicación que haya podido tomar.
– Lo he vivido en primera persona, no me ha sido relatado por nadie y, por lo tanto, nada ni nadie ha tergiversado ninguno de los hechos que aquí se relatan.
– Mi único afán al relatarlo, es dar a conocer al mundo un hecho sin precedentes y extraordinario.
Ahora sé, que no han sido ni casuales ni imaginarias, determinadas situaciones por las que he pasado en los casi 21 años últimos.
Ahora sé que ese olor mezcla entre la visión (si, digo bien: la visión) de un campo de lavanda, lluvia sobre hierba templada por el sol en verano y Sevilla en primavera no era ninguna ilusión olfativa. Y también sé que se puede almacenar en el cuerpo de un ángel.
Ahora sé que ese tacto que parecía irreal, entre el más sublime de los terciopelos, las más finas sedas orientales y los más clandestinos Shahtoosh (también escrito Shatush, —palabra persa que significa «Placer de los reyes»—, es el nombre que se le da a un tipo particular de chal, tejido utilizando las hebras del pelaje del antílope tibetano o chirú, por los tejedores de Cachemira), existe y recubre el cuerpo por entero del extraordinario ser que les hablo.
Ahora sé que la dulzura en sus formas, la calidez de su mirada, la ternura en sus acciones y la fantasía entera de su ser, existe.
Y yo, queridos y sorprendidos lectores, he dormido con este ser salido de las mas inimaginables profundidades de la felicidad. Y he dormido entrelazado (que no abrazado) con ella, entre vapores cálidos, sonidos del mar y roces imperceptibles.
Pero he guardado promesa eterna de no desvelar más detalles. Aunque tampoco podría. Porque, cómo podría un simple mortal, describir con palabras lo que es dormir con un ser divino? Lo más cercano a la realidad que podrían percibir, sería mirando mi cara de felicidad mezclada con sorpresa y deseo irrefrenable de dormir, despertar y vivir con ese ángel de la mañana. Contigo
Mallorca, extendiendo el verano el 5 de septiembre dentro de la primavera eterna que es vivir contigo
A.
2 comentarios
Precioso A. . .
Desconocía la palabra Shahtoosh ó Shatush y , por ende, también su origen y significado así que gracias por tan sensitivo aporte.
Y te diré que cuando dos ángeles se encuentran indudablemente estos se entienden a la perfección..
Muchas gracias, Lola. ??