Estábamos a punto de vivir, uno de los grandes momentos de nuestra vida viajera que solo podemos describir como excepcional. En aquel entorno casi irreal y arropados por un silencio sobrecogedor, nos sentamos en la terraza de nuestra habitación/cabaña sin ninguna luz, ni siquiera la de la luna (situación esta ideal para observar el firmamento) y con la sola compañía de otras 11 cabañas lo suficientemente separadas, para no reparar en ellas.
Cuando levantamos la mirada, pudimos contemplar el cielo mas alucinantemente bello que jamás habíamos visto y ni siquiera imaginado. Nos miramos, o mejor nos adivinamos en la oscuridad, preguntándonos si era posible tanta belleza, si aquello no sería un decorado… Nos sentimos tan insignificantes ante aquel océano estrellado, que apenas respirábamos para no romper el hechizo. Estaba literalmente repleto de millones y millones de puntos luminosos que destacaban con una nitidez casi irreal. Nunca habíamos contemplado el firmamento con esa magnitud, tan denso, tan hipnótico.
Era la puerta al cielo en el desierto de Namibia.
Permanecimos un buen rato, no sé cuanto, en absoluta calma compartiendo uno de los momentos con más magia de todos nuestros viajes, pero pese al maravilloso escenario, nuestros cuerpos notaban ya las más de 30 horas que habían pasado desde nuestra salida de Madrid.
Subimos a la terraza de nuestra cabaña, donde nos habían preparado todo para pasar la noche con el firmamento como techo.
Y nos pusimos a contar estrellas: una, dos, tres, cuat…
2 comentarios
Dónde es? Me encanta ?
Es el Kulala Desert Lodge, en el desierto de Namib, Namibia. Las fotografías no hacen justicia, ni de lejos, a la realidad. Nunca habíamos visto un cielo como ese!