Formentera, la pequeña de Las Pitiusas, es una isla de 83,2 km2 llena de playas idílicas y calas salvajes. Su perfil es muy plano, con su punto más alto, el Cap de la Mola (Cabo de la Mola), situado en su extremo este a tan solo 192 metros sobre el nivel del mar. Con una longitud total de poco más de 20 km, tiene un istmo en el centro de 2.000 metros de ancho.
Sus poco más de 12.000 habitantes, se convierten en verano en 47.000 almas, que llegan en su inmensa mayoría en ferry desde Ibiza y unos pocos desde Denia. Y hasta que una normativa ha limitado el número de vehículos visitantes y de alquiler, han llegado a circular por la isla, en los meses de julio y agosto, la increíble cifra de 52.000 automóviles! Y sin un solo semáforo en sus 37 kilómetros de carreteras!
De estos coches de alquiler, un pequeño número son los antiguos Citroën Mehari. Sí, esos coches de estructura de plástico totalmente abiertos, ideales para circular por una isla donde los caminos de tierra y la arena son vía imprescindible para llegar a casi cualquier lugar… eso si, según Ana, son monísimos.
Pero así es Formentera. Todo lo contrario que Ibiza. Aquí predomina lo guay, el boho chic de marca, el soy libre y me visto como quiero (yo y los otros 35.000 que hay en la isla) y parece que todo me da igual cuando llevo estudiado hasta el último pelo despeinado de mi cabeza. Me baño desnudo porque me integro en la naturaleza, conduzco un Mehari porque, aunque sea mucho más caro alquilarlo que casi cualquier otro vehículo, pase calor y me coma la tierra, demuestra lo independiente que soy, que se nota aún más cuando coloco mis pies en la silla de enfrente en el lugar donde esté admirando una de las alucinantes puestas de sol de esta isla.
Todo ello, antes de ir a cenar en mi flamante vehículo de plástico, con mi ropa carísimamente desenfadada (y probablemente llena de arena…) a un restaurante donde el clavel va a ser importante. Pero da igual. Estamos en Formentera y somos así!
La isla es cara, carísima. Los dos hoteles más reconocidos (aunque ahora ya hay un 5 estrellas en Es Pujols), Cala Saona y Gecko, se llenan, a precios en los momentos álgidos, de más de 1.000 euros la noche.
Otra característica de Formentera, apreciable en cuanto ponemos un pie en tierra, es que parece que estamos en Italia. No solo por el número de turistas de ese país que es aplastantemente superior a los de cualquier otro, incluidos los españoles, sino también por los propietarios de los negocios, sobre todo de ropa y hostelería. Si llamas a un restaurante para reservar una mesa, hay muchas probabilidades de que te contesten en italiano, que te den la carta en ese idioma y que quien te atiende no sepa ni una palabra de castellano.
Pero como decía mi padre “haber estudiado”! Los habitantes de la bota, se dieron cuenta, muchísimo antes que nosotros (que parece que todavía estamos en ello…) del enorme potencial que tenía este paraíso y se empezaron a situar… y lo hicieron tan bien, que es su isla.
Y después de todo esto, os preguntaréis que por qué vamos todos los años unos días en junio desde hace ya unos cuántos. Pues la respuesta es sencilla: es difícil encontrar un lugar en el mundo con esas playas, ese clima, esas aguas literalmente transparentes, tantos enclaves maravillosos, restaurantes con vistas espectaculares y decorados con un gusto exquisito, puestas de sol de ensueño… Y todo esto, muy cerquita y en un idioma que entendemos.
El italiano, si hablan despacio, se entiende perfectamente!
Aquí os dejamos, algunas recomendaciones:
Restaurantes:
– Es Caló.. Bogavante con huevos fritos.
– Can Carlitos. Maravillosa puesta de sol.
– Boca Salina y CHEZ Gerdi en Es Pujols. italianos (cómo no!).
– Es Molí de sal. Puesta de sol con Es Vedrá al fondo y buen producto.
– Sa Sequi. Puesta de sol con Andrea Bocelli sonando.
– Ca Na Joana. Interior, en San Francesc. Muy bonito y acogedor.
– Can Carlos. Un referente, un clásico de la isla. Must go.
Kioskos:
– El pirata bus. Desde los años 70 hasta hoy ha cambiado mucho. Ya no es de un pirata ni una furgoneta. Pero el tirón turístico es cada vez más grande.
– Kiosko 62. Imprescindible tomar una “pomada” : Gin Xoriguer, rodajas de limón, zumo de limón y unas hojas de menta.