[fusion_builder_container type=»flex» hundred_percent=»no» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» parallax_speed=»0.3″ video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» overlay_color=»» video_preview_image=»» border_color=»» border_style=»solid» padding_top=»» padding_bottom=»» padding_left=»» padding_right=»»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ layout=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» center_content=»no» last=»true» min_height=»» hover_type=»none» link=»» border_sizes_top=»» border_sizes_bottom=»» border_sizes_left=»» border_sizes_right=»» first=»true»][fusion_text]
Se trata de una tradición muy arraigada entre los alemanes y que todos los años esperan con ilusión a lo largo de toda su geografía… el día en que su mercado navideño enciende las luces y abre sus puestos.
Esto suele suceder entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre. Nosotros, ávidos por conocerlos, escogimos visitar dos de los más tradicionales: Munich y Nuremberg.
Llegamos a Munich y nos dirigimos al Hotel Vier Jahreszeiten, de la cadena Kempinski y de impronunciable nombre. La elección de este hotel fue debida a su céntrica situación, a que es uno de los grandes clásicos alemanes y a que la Navidad se vive desde la llegada a la puerta principal, con un mini mercado navideño propio, siempre con gente y muy peculiar en su decoración.
El hotel, está en la línea de lo esperado: servicio profesional, ambientazo en el lobby y buena restauración. Una única pega: las habitaciones son un poco pequeñas.
Dejamos rápidamente nuestro equipaje y recorrimos los cinco minutos que nos separaban del más importante de los mercados de esta ciudad, el Christkindlmarkt, en la preciosa Marienplatz, la plaza central de Munich. Su origen está en los mercados de San Nicolás del siglo XIV. Todos los días suena música en vivo desde el balcón del Ayuntamiento y tiene un árbol de Navidad de casi 30 metros y que brilla con 2.500 velas.
Nada más llegar, nos inunda un mundo festivo, con colores rojos y verdes por todos los lados y aromas de almendras asadas, algodón de azúcar, y por supuesto del glühwein (vino caliente o vino especiado, compuesto principalmente de vino, azúcar, naranja y especias) y de las tartas de jengibre. Por cierto, no os dejéis engañar por los alemanes y os llevéis a la boca el vaso con el humeante vino porque la quemadura está garantizada! Probablemente ellos tienen ya el paladar acostumbrado o es un tema genético…
El frío nos respetó bastante para lo que suele ser habitual y pasamos un par de días estupendos en una ciudad llena de vida y que disfruta de la Navidad de una forma muy intensa, más allá de la religión.
Munich ofrece muchos otros atractivos turísticos que merece la pena visitar, como la cervecería Hofbräuhaus, donde comimos y a la que contemplan cinco siglos de historia, el Englischer Garten o jardín inglés, que hubiéramos disfrutado más en otra época del año, el Palacio Real o Residenz, residencia oficial de la monarquía bávara desde el siglo XVI al XX, la iglesia de San Pedro, las puertas de la muralla, la Odeonsplatz…
Tras dos días en la capital bávara, nos trasladamos en tren a pasar una jornada en la histórica ciudad de Nuremberg, en la que se celebra el Christkindlmarkt mas famoso y uno de los más visitados de Alemania. Situado en la plaza principal, más de 180 puestos de madera rivalizan entre sí en la decoración, tratando de conseguir alguno de los premios que se otorgan, lo que hace que sean un deleite para la vista. Se puede encontrar casi cualquier cosa relacionada con la Navidad, incluidas las famosas figuras de personas hechas con pasas de ciruela, llamadas Plums. Pese al frio, respetamos totalmente la tradición comiendo salchichas en plena calle!
Cuando empieza a oscurecer (eso es bastante pronto en estas fechas), las luces comienzan a iluminar la ciudad, que se convierte en un escenario de cuento.
Sin duda, un viaje absolutamente recomendable para vivir la Navidad en su máxima expresión.
Con el espíritu reforzado regresamos a España, cargados de regalos, recuerdos e ilusiones.
Ojalá los Reyes Magos nos traigan un 2022 sin sobresaltos. Mucha salud para todos.
[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
2 comentarios
Saludos, que fotos navideñas tan animadas como se nota que lo pasasteis bien. Felices fiestas.
Si, un viaje absolutamente recomendable! Una entrañable tradición, llena de ambiente y colorido que hace que el frío pase a un segundo plano! Felices Navidades!