Ese momento en que, sin darte apenas cuenta, adoras ese mohín sin importancia pero sugerentemente demoledor…
El momento en el que solo hay un camino y es el suyo…
Cuando mirar a otro lado desemboca en un reojo…
Cuando el tiempo se congela al mirarla…
Cuando no hay mas cera que la que arde porque te ha convertido en fuego…
Porque amas la forma en que se mueve y su forma de estar quieta…
Porque si no ocupara ese espacio, si no estuviera, faltaría el mundo…
Porque para qué mundo si no está ella…
Siento que cada día la siento más,
La siento, me levanto y la rodeo, como un planeta al sol,
Y me mira y huele a lluvia de primavera,
Y me habla y el cielo canta,
Y me toca y el mundo estalla fuera de si…
Formas parte de mi, eres el alma de mi yo, y el corazón de mi estar.
Y sin ti, ni sé, ni puedo, ni quiero,
Porque a ti, te sé, te puedo y te quiero!
A.
Valladolid, marzo 2019