“Vivir es lo más raro del mundo. La mayoría de las personas solo existen.”
Oscar Wilde
España es un país privilegiado para el verano. Pero si lo que buscamos es escapar de lo masivo y entregarnos al arte del dolce far niente con glamour, hay lugares que se elevan por encima del resto. Sitios donde la belleza natural se mezcla con la estética, la gastronomía con la autenticidad y el lujo con la discreción. He aquí los cinco destinos más chic para este verano en España:
DEIÀ (Mallorca)
Arte, poesía y atardeceres rosados en la Tramuntana
Deià no es solo un pueblo: es un estado del alma. Enclavado en la sierra mallorquina, este rincón bohemio-chic fue refugio de artistas como Robert Graves y es hoy un paraíso donde conviven mansiones discretas, galerías de arte exquisitas, y terrazas con vistas que cortan la respiración. Alojarse en el Belmond La Residencia es entrar en un universo rodeado de silencio, piedra antigua y arte contemporáneo.
Imprescindibles: una cena a la luz de las velas en El Olivo y una puesta de sol, copa en mano, en Sa Fonda, epicentro social de la zona.
SOTOGRANDE (Cádiz)
El secreto mejor guardado del sur: polo, yates y slow life.
Sotogrande es lo que Marbella fue antes del ruido. Urbanismo cuidado, clubes náuticos, campos de golf de clase mundial y un ambiente que mezcla la elegancia británica con la luz andaluza. Aquí no se ostenta, se vive bien. El hotel SO/ Sotogrande ha redefinido la hotelería elegante en el sur, con su estética contemporánea y su spa panorámico.
Imprescindible: brunch con vistas en Trocadero Sotogrande y acudir a un partido en el Santa María Polo Club en agosto.
FORMENTERA (Islas Baleares)
Minimalismo mediterráneo: menos es más. La hermana pequeña de Ibiza sigue siendo, para los entendidos, el summum del verano con sus aguas turquesas, su luz líquida y su estilo effortless. Las casas de arquitectura blanca y decoración natural, los restaurantes como Es Molí de Sal, Es Caló o Can Carlos y los beach clubs que parecen surgidos de una postal de los años 70 forman el entorno en la isla.
Imprescindible: alquilar una embarcación y perderse entre calas inaccesibles con una cesta de picnic y una refrescante bebida.
ZAHARA DE LOS ATUNES (Cádiz)
Desenfado frente al Atlántico.
La elegancia salvaje tiene su bandera en Zahara. Amplias playas de arena dorada, aguas bravas, hamacas artesanales y chiringuitos que entienden el lujo como autenticidad y buen producto. Aquí, el atún rojo es religión y el ambiente, relajadamente sofisticado.
Imprescindible: una noche mágica en El Refugio o una puesta de sol con DJ en La Cala de Meliá Zahara.
RIOJA ALAVESA (País Vasco / Rioja)
Ambiente enológico, viñedos y arquitectura vanguardista
¿Y si el verano no fuera solo playa?
Entre viñedos centenarios y bodegas de diseño, La Rioja Alavesa ofrece una escapada singular: hoteles-boutique como Marqués de Riscal (diseñado por Frank Gehry), catas privadas, paisajes ondulados y una gastronomía con estrella. Aquí el lujo se saborea, se descorcha y se comparte en una sobremesa sin prisa.
Imprescindible: recorrer Laguardia al atardecer y cenar en Héctor Oribe o en el restaurante del hotel Viura.
Estos lugares resumen el tiempo bien invertido.
Los destinos más chic ya no son necesariamente los más caros, sino los que ofrecen autenticidad, belleza sin estridencias y una experiencia cuidada al detalle.
Este verano, apuesta por lugares con alma, ritmo lento y estética impecable. Porque el verdadero lujo… es vivirlo a tu manera!
