Hoy os vamos a presentar un pequeño pero escogido grupo de hoteles, cuya calidad y exclusividad es inversamente proporcional a su popularidad.
Hoteles cuyo atractivo, además de la excelencia de sus instalaciones y servicios, es que son remansos de paz donde el descanso está garantizado.
No nos atrevemos a establecer orden alguno, por lo que su puesto en la lista que os presentamos a continuación es anecdótico. Lo que sí aseguramos es que no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Disfrutémoslos!
FINCA CORTESIN. CASARES, MALAGA.
En Casares, cerca de Estepona, se encuentra este enclave, paradigma del título de este artículo. El hotel, rodeado de un conjunto de 16 villas de arquitectura contemporánea en parcelas cerradas de hasta 2.200 m, con una superficie interior de 605 a 724 m2 y todas ellas con espectaculares vistas al campo de golf y los servicios y facilidades del hotel (5 restaurantes, SPA…) se suman al estupendo Beach Club a pie de playa y a pocos kilómetros del edificio principal (servicio de transfer, por supuesto), para ofrecer un lugar en el que olvidarse del mundo!
Un exclusivo remanso de paz en el que su amplitud permite estancias discretas de sus clientes.
La gran calidad de la variada oferta gastronómica (5 restaurantes) nos da la opción de no tener que salir del hotel sino se desea.
Unas muy cuidadas instalaciones y un servicio atento que parece que no está, consiguen que Finca Cortesin sea un must.
The Madrid EDITION. MADRID.
En el lado opuesto, la exclusividad está en la transgresión. Como ejemplo, su fiesta de inauguración en abril del pasado año, duró todo el fin de semana!
De la mano de John Pawson y François Champasaur, el empresario y diseñador Ian Schrager (St Martins Lane en Londres, Royalton en Nueva York…) pisa fuerte con su madrileño proyecto en la plaza del Celenque.
Merece una visita.
CAP ROCAT. MALLORCA.
Impresiona su ubicación, en una fortaleza levantada para la vigilancia de la Bahía de Palma, que se funde de manera increíble con el paisaje.
La renovación y adaptación de Cap Rocat para su uso actual fue un proyecto llevado a cabo por el estudio de Antonio Obrador, que en todo momento puso especial atención en preservar la singularidad arquitectónica y el entorno natural del antiguo complejo.
Las habitaciones más impresionantes, Las Centinelas, están literalmente excavadas en la roca, a las que se accede por una antigua trinchera con aroma a romero y a jazmín. Su increíble ubicación, nos aleja del mundo con la única compañía del sol y el mar.
Nuestra cama está en el centro de la habitación y vemos el mar, siempre el mar. A nuestros pies, Desde la barandilla hacia el acantilado las vistas del gran azul, impresionan en contraste con el pequeño azul de nuestra piscina privada. La luz dorada que lo inunda todo, colores suaves y tejidos naturales terminan de completar el impresionante decorado.
El restaurante gastronómico La Fortaleza con sus ventanales al mar y el concurrido Sea Club, en un asombroso paraje con maravillosas vistas a la bahía de Palma conforman la oferta gastronómica.
El destino final, merece que el navegador de nuestro coche se pierda unas cuantas veces, garantía, por otra parte, de intimidad!
HOTEL MERCER, SEVILLA.
Hablar de Sevilla y hotelería de lujo es hablar del Hotel Alfonso XIII. Pues sí, pero no. Hay una joya escondida en una calle del centro de la ciudad hispalense, que merece mucho la pena (nunca nos ha gustado esta frase, siempre preferiremos que merezca la alegría!), el hotel Mercer.
Este Hotel boutique (?) como ahora han dado en llamar a este tipo de alojamientos, está situado en la antigua Casa Palacio Castelar, en pleno centro, pero alejado del ruido que rodea a la catedral y calles vecinas. Su categoría de 5*GL se respira en el ambiente desde que entramos: armonía, sosiego, tranquilidad, paz… Enamora con mucha facilidad, sobre todo a los que no nos gustan demasiado los grandes hoteles con gente saliendo y entrando permanentemente, portero con chorrera y demás aditamentos asociados al gran lujo. En el Mercer, os encontraréis con otra forma de entenderlo.