“El primer francés que se comió un caracol no era, ciertamente, un epicúreo, sino un hambriento.”
JULIO CAMBA
Francia, el país más grande de la Unión Europea es la sexta potencia económica mundial y la segunda del viejo continente. Su renta per capita es más de 13.000€ anuales mayor que la española.
Su pasado e historia, han influido de forma significativa en cómo es el mundo hoy.
Nuestros vecinos del piso de arriba, son referente para muchos del lujo y la elegancia, llevando incluso a que en países como Estados Unidos, se tendiera al afrancesamiento descarado como condición indispensable para ser chic.
Sus más grandes admiradores son ellos mismos, haciendo gala de un chovinismo o chauvinismo (del francés chauvinisme: exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero) sin parangón.
Si. Creo que son el referente en moda, vinos, gastronomía… pero, y es un gran pero, lo son en lo premium, en lo prohibitivo para la gran mayoría. El grupo LVMH, líder mundial en este exclusivo sector, así lo atestigua.
Por otro lado, no se puede vivir siempre del pasado, por muy esplendoroso que este haya sido.
Nadie hace como ellos los vinos de muy alta gama. Nadie los envuelve de regalo en comarcas de cuento salpicadas aquí y allá con fastuosos chateaus, donde los propietarios de la bodega viven una placentera vida dedicada a las relaciones públicas con algunos visitantes de alcurnia que merezcan su presencia.
Sus descendientes se encargan de la gestión del negocio que producen en unas espectaculares instalaciones, en gran número renovadas en los últimos años.
Ellos mismos se dan su calificación bajo criterios de origen, calidad de la uva, terruño etc. y aparecen las Appellation d’Origine Protégée, Appellation d’Origine Contrôlée, Indication Géographique Protégée, Grand Cru Classe (con cinco clases) y unas cuantas más!
Estas clasificaciones francesas se otorgan a los territorios y son revisadas cada cierto tiempo. Pero en Burdeos sucede algo especialmente curioso existiendo una Clasificación Oficial : las bodegas pertenecientes a ella han permanecido y permanecen inalterables desde 1855; sólo se ha producido una excepción a este respecto, el Château Mouton-Rothschild único viñedo que en 1973 es incorporado a la selecta lista Premier Gran Cru ( pasando de segunda a primera cosecha). Nada como apellido con referencias para abrir puertas!
Pero qué pasa con los vinos que se encuentran en una gama media, digamos entre 20€ y 90€? En esta parcela, Italia y sobre todo España, les han adelantado por la derecha y de forma tan vertiginosa, que aún no se han dado ni cuenta!
Con la gastronomía ha ocurrido lo mismo pero de forma incluso más radical. Sus mantequillas y natas que dan como resultado salsas que delicadamente van al plato desde una jarra de la mano del camarero, saturan, cansan y aburren. En pleno siglo XXI siguen con las referencia de Escoffier (fallecido en 1935 y creador de las crepes suzettes, por ejemplo), el gran renovador de la cocina francesa, con la de cocineros como Bocuse y sus recetas de la denominada nouvelle cuisine y el concurso culinario Bocuse d’Or, considerado (por ellos mismos) el más importante certamen gastronómico del mundo.
Por cierto; han sucumbido (por fin!) a nuestros cerdos ibéricos y también a nuestras tapas… es fácil encontrar hoy en la mayoría de restaurantes, propuestas como presa, secreto y jamón de pata negra (suele ser paletilla y cortada a máquina, pero todo se andará!). Les ha costado!
También ellos han creado la Biblia Michelin, que de forma absolutamente imparcial coloca a Francia en el firmamento con 763 estrellas, un 30 y 40% más, que Japón e Italia, seguidores de los galos y un 65% más que España…
Una pregunta al aire: Juan Palomo, era francés?
Los quesos, los dejamos para otro día.
PD. No les vendría nada mal invertir en la red de datos de internet. Inexistente 5G, uno se encuentra sin cobertura y por lo tanto incomunicados desde prácticamente la entrada en un local, y esto, en ciudades importantes! En ocasiones hay que salir de casa para valorar lo que tienes en ella…