“El vino es la parte visible de un sueño.”
Salvador Dalí
No basta con tener el mejor paladar ni con poder, y estar dispuesto a pagar, lo que puedan pedir por estas botellas.
Algunas de estas joyas, solo se dejan seducir por quienes saben buscarlas. Probablemente nunca serán abiertas. En procesos altamente delicados, cada cierto tiempo se les cambiará el corcho para tratar de preservar su esencia, procesos que por supuesto, se realizarán en su bodega de origen y con el debido protocolo establecido.
Hablamos de joyas líquidas, ediciones limitadas de vinos, champagnes y destilados, tan escasas, que su valor trasciende lo económico y se convierten en mitos, en piezas de coleccionistas que encuentran placer en poseerlas, en admirarlas y también mostrarlas posiblemente tras una urna.
Hablamos de un Petrus embotellado para un único cliente en Burdeos, hasta un whisky escocés añejado en barricas olvidadas durante más de medio siglo, el mundo de las bebidas de lujo guarda tesoros que solo unos pocos han tenido el privilegio de tener y poder saborear.
Destacamos también el Champagne Salon 2008, lanzado en cantidades ínfimas y reservado para conocedores que entienden que no todas las añadas son iguales. O el mítico The Macallan 1926 Fine and Rare, el whisky escocés que rompió récords al ser subastado por más de un millón de euros, convirtiendo cada gota en una reliquia.
En Burdeos, también existen ciertas casas como Château d’Yquem, que embotellan partidas de forma absolutamente discreta para clientes privilegiados, mientras que en las colinas de Jerez, algunos amontillados centenarios duermen en botas olvidadas, esperando ser descubiertos por quien sepa escuchar el lenguaje del tiempo.
Poseer una de estas joyas no es solo cuestión de inversión: es abrazar una historia, un terroir, una pasión embotellada.
Parece que lo inalcanzable por exclusivo siempre tiene mejor sabor.
Os hablamos de algunos otros ejemplos :
Henri Jayer Richebourg Grand Cru (1985)
El santo grial de los vinos de Borgoña.
Solo se produjeron unas pocas botellas, y hoy una de ellas puede alcanzar cifras superiores a los 100.000 €. Un mito entre coleccionistas.
Armand de Brignac Blanc de Noirs Assemblage Two (A2)
Un champagne ultra exclusivo, con apenas 2.333 botellas para todo el mundo. Potente, refinado y considerado uno de los mejores champagnes contemporáneos.
Dalmore 62
Solo existen 12 botellas de este whisky en todo el mundo.
Cada una fue nombrada individualmente, y su precio supera los 200.000 €.
Un single malt casi legendario.
Domaine de la Romanée-Conti Romanée-Conti Grand Cru (varias añadas)
El DRC es sinónimo de excelencia y misterio. Cada añada es limitada y alcanzar una de sus botellas es casi como entrar en un círculo sagrado del vino.
Hennessy Beauté du Siècle
Un coñac creado en edición limitada de 100 cofres para celebrar el centenario de Kilian Hennessy.
Cada cofre, diseñado como una obra de arte, alberga una mezcla de los mejores aguardientes del siglo XX.