Esta vez, no está dedicada a Ana. Simplemente, es ella.
Porque es tu nombre y tu definición.
Con mayúscula y ni así te hace justicia.
Porque adornas el mundo, mi vida y mis ilusiones que capitaneas.
Porque, pese a serlo, nunca te hizo falta ser guapa para ser tan bella.
Porque eres viento y eres mar imprescindible para mis velas.
Eres luz y eres canción.
Porque sin ti, la oscuridad se comería el mundo….
Cantaba el recientemente fallecido Aute (aunque no te guste):
«Enemigo de la guerra y su reverso, la medalla
No propuso otra batalla que librar el corazón
De ponerse cuerpo a tierra
Bajo el paso de una historia
Que iba a alzar hasta la gloria
El poder de la razón…
Y ahora que ya no hay trincheras,
El combate es la escalera
Y el que trepe a lo más alto,
Pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto…
La belleza”