Antonio Banderas es una suerte para Málaga.
Al margen de su profesión principal, lo que está aportando a su ciudad natal, es encomiable. Empezando por el tirón mediático que le está dando paseando su nombre por el mundo en cuanto tiene oportunidad, y terminando con una inversión, según datos de un periódico local, de más de tres millones de euros.
Todo empezó con la apertura de un teatro en el llamado desde finales de la primera decena de este siglo, Soho, Barrio de las Artes. El nombre, popular en distintas ciudades del mundo para designar barrios con arraigo cultural y progresista y convertidos en la mayoría de los casos en sede de tiendas de grandes marcas y restaurantes de moda, proviene originariamente de la ciudad de Nueva York, siendo el acrónimo de SOuth HOuston, la zona situada al sur de la calle Houston. Existe en la Gran Manzana, por oposición y lógica, el NOrth HOuston, NOHO…
Y tras el teatro, y hasta la fecha, ya han abierto su puerta, cuatro espacios gastronómicos (que así se dan en llamar ahora…), todos con nombres relacionados con la escena: Tercer Acto, Doña Inés, La Barra de Doña Ines y, el muy reciente, Atrezzo. Variedad de cocinas, buen gusto, correcta oferta y servicio atento, voluntarioso y desenfadado, definen a los cuatro restaurantes que ya dan empleo a más de cien personas. Y esperamos que no se quede aquí!
Ojalá Banderas, o Nadal en Mallorca, sirvieran como guía o ejemplo a otros para que apoyaran a su tierra y su gente de la misma manera.