Era uno de nuestros habituales cuando residíamos en Madrid, y actualmente, rara es la visita a la capital sin pasar por El Doble.
Si nuestra llegada se produce en el horario adecuado (vamos, a la hora del aperitivo….), ya sin haber llegado a destino, Ana pregunta a modo de propuesta: “una caña y unos boquerones”? Tengo que reconocer dos cosas; la primera, que casi siempre lo estaba ya pensando y la segunda, la pasión de mi esposa por los boquerones en vinagre.
Recuerdo la época en la que el consumo de pescado crudo (el boquerón en vinagre está simplemente marinado), vio regulado su consumo debido al anisakis, y el aperitivo que nos ocupa empezó a escasear. En cada viaje a Madrid o a Valladolid (tengo una suegra que los borda y sabedora de lo que nos gusta, siempre nos esperaban en su casa), los echaba de menos y estaba deseando, lo que tras un tiempo sucedió y el boquerón, anchoa o bocarte, que el mismo pescado son, comenzaron a congelarse antes de prepararlos.
Hay quienes como Ana, mantienen que han perdido algo, que no están igual. Pero al menos, hemos vuelto a disfrutarlos…
El Doble, en pleno barrio de Chamberí (José Abascal esquina con Ponzano), en una zona con gran oferta de cervecerías y tabernas, además de tener fama por cómo tiran las cañas, sirve unos de los mejores boquerones en vinagre de Madrid, acompañados siempre de unas crujientes patatas fritas.
Por si queremos ampliar el aperitivo, o tenemos algún amigo tan raro que no le gusten, unas buenas gambas cocidas y latería de calidad, son un complemento ideal.
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