Desde tiempos inmemoriales, el salmón ha ocupado un lugar privilegiado en la cultura asturiana, sobre todo en las riberas del Narcea. En este valle, ha sido durante siglos un bien preciado, sustento y medio de vida de sus habitantes, generador de riqueza e incluso, en ocasiones, moneda de cambio y origen de algunas leyes y hasta de conflictos territoriales.
Hoy, la pesca del salmón sigue arraigada en la tradición e historia asturiana. El tercer domingo de abril, fecha en la que se abre la temporada de pesca, los miles de ribereños poblarán los ríos en busca del primer salmón de la temporada, el oro plateado que discurre por las aguas dulces y frías de los cauces asturianos: el campanu.
El campanu es sin duda la seña de identidad de la pesca del salmón en Asturias. Tras su esperada captura, todos los ojos se dirigen a la localidad de Cornellana, donde tendrá lugar una antiquísima tradición: la subasta pública (o remate) del primer salmón del año. La puja de los mejores restaurantes de la región
El salmón está en grave riesgo de desaparecer de los ríos españoles. Desde 2002, la legislación prohíbe la comercialización de la pesca continental, pero tanto Cantabria como Asturias cuentan con una enmienda que permite la venta del campanu y del resto de los salmones que se pesquen el primer día de temporada en las cuencas de los ríos: el primer domingo de abril en Cantabria y el tercero en Asturias. Es por ello por lo que su precio es tan elevado: solo los ejemplares capturados este día pueden degustarse.
El pasado año, se pagaron más de 10.000 € por un ejemplar de poco más de 5 kilos, muy lejos de los 18.000 € que en el año 2007 se llevó el afortunado pescador de un salmón que no llegaba a los 4,5 kilos…
Parece que el prestigio de la puja entre los mejores restaurantes de la región, y la repercusión de su adquisicón (la noticia es primera página en todos los periódicos regionales), justifican el alto desembolso del mismo.
Veremos si este año tan convulso, da también la campanada!