Estamos en Nueva York, en los últimos años de la década de los cuarenta del pasado siglo.
Frank McNamara, director de la Corporación de Crédito Hamilton, ha invitado a dos amigos que (su abogado, Ralph Sneidery y al rico heredero Alfred Bloomingdale) a una cena de negocios.
Como anfitrión, le corresponde a él hacerse cargo de la cuenta, pero a la hora de pagar, comprueba que no dispone de suficiente efectivo (se le había olvidado la billetera en casa). ¿Solución? Llamar a su casa para que su mujer le llevase lo antes posible el dinero necesario, y así evitar una situación incómoda.
Aunque el problema fue resuelto en ese momento, no se quedó satisfecho con la manera de hacerlo, de modo que empezó a rumiar posibles alternativas a lo que él consideraba una situación que podía producirse con frecuencia. Tras debatir con sus amigos, se le ocurrió una idea aparentemente loca, pero que pensó podría funcionar: crear tarjetas que acreditaran al portador ante el establecimiento comercial y garantizara así el futuro pago de una deuda. De esta manera, surge la primera tarjeta de crédito llamada “The Diners’ Club” (el club de los que van a cenar) en honor al incidente que inspiró su nacimiento.
A principios de 1950, sólo 200 personas contaban con una de estas tarjetas (que hasta 1961 no eran de plástico sino de cartulina, como las tarjetas de visita), y sólo 14 restaurantes de Nueva York las aceptaban. Pero su éxito fue inmediato: para finales de ese mismo año ya las usaban 22.000 clientes y las aceptaban más de medio millar de restaurantes.
El modelo de negocio era simple: la empresa emisora de la tarjeta compraba al consumidor las adquisiciones que hubiera realizado y, posteriomente, pagaba sus deudas a los comercios afiliados.
Durante el proceso, se beneficiaba de las comisiones e intereses pagadas por unos y otros.
Ocho años después, el Bank of America entraba a competir con su BankAmericard (se convertiría con el tiempo en Visa). Ese mismo año también entraría en el negocio American Express. MasterCard (en origen, Master Charge) no se sumaría al club hasta 1967.
2 comentarios
Muy interesante! No me habia parado a pensar como nacieron las Tarjetas de Credito! Un abrazo!
Muchas gracias por tu comentario, Nuria. Es sorprendente el origen de algunas cosas!